El PR-CuNaR2 estará orbitando a través del planeta Tierra durante dos años
(Bayamón, 12 de octubre de 2021) – Puerto Rico ya cuenta con su primer satélite en el espacio orbitando alrededor del planeta Tierra. Hoy a las 8:30 de la mañana, el Puerto Rico CubeSat NanoRocks2 (PR-CuNaR2), desarrollado en el recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, fue colocado en la órbita 51.6 desde la Estación Espacial Internacional por la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), anunció el presidente de la institución académica el licenciado Manuel J. Fernós. Durante dos años, el satélite boricua estará orbitando y recopilando información relacionada a una investigación en la cual se estudiará la formación de universo.
El satélite estuvo apagado durante 30 minutos desde el momento en que fue colocado en órbita. Luego los sistemas internos se activarían para comenzar a grabar lo que ocurre en su interior con las partículas de acero inoxidable y silicio que emulan asteroides. Las imágenes de gran tamaño serán segmentadas en pequeños videos para luego ser transmitidas a la Tierra y ser recibidas en las estaciones de monitoreo de la empresa Aerospace Corp.
Al momento de ser puesto en órbita el satélite, la Estación Espacial Internacional estaba pasando por el Caribe. El despliegue del satélite utilizando un robot aeroespacial de la JAXA con un módulo de expulsión de la empresa Nanoracks, ocurrió en tan solo dos (2) segundos. El satélite viaja a 17,130 millas por hora. El colocar el PR-CuNaR2 en la órbita 51.6 permite que el satélite pase diariamente dos veces sobre Puerto Rico hasta un máximo de 10 minutos.
Mientras el PR-CuNaR2 era colocado en órbita, el licenciado Fernós, el rector del recinto el doctor Carlos Olivares Pacheco, el investigador principal del proyecto, el doctor Amílcar Rincón Charris y un grupo de estudiantes que trabajaron en el desarrollo del satélite observaron el momento desde las instalaciones del recinto.
“Este proyecto tiene una gran importancia para la Universidad porque fomenta la innovación y la investigación en nuestros estudiantes y a su vez aporta a la ciencia a nivel internacional. Con esto reafirmamos nuestro compromiso de darle énfasis a una educación superior en la que se integran diversas disciplinas académicas. Nuestra felicitación a nuestros estudiantes y exestudiantes que participaron de este histórico proyecto y al doctor Rincón Charris por llevar a Puerto Rico a otro nivel en términos académicos y educativos”, sostuvo Fernós.
Por su parte, el doctor Rincón Charris comentó que ver cómo en un proceso que duró dos segundos, se tradujo el trabajo que inició hace 8 años creando un prototipo de este artefacto que comenzó a desarrollarse y construirse en el 2018 como parte del programa ElaNa 37 de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por si siglas en inglés), “reafirma que vale la pena trabajar por la educación de Puerto Rico”. “Han sido 8 años de ratificar que vale la pena trabajar por nuestra educación”, sentenció.
Para los estudiantes que han sido parte del proyecto en la última etapa del desarrollo, ver su satélite orbitar fue un momento esperado, pero de mucha incredulidad. El estudiante de ingeniería mecánica Héctor González Rivera, jamás pensó ser parte de un momento como el vivido. “Para hacer un logro tan grande como colocar un satélite en órbita lo más importante es trabajar en equipo e integrar diversas disciplinas. Además, esta experiencia educativa nos abre muchas puertas profesionalmente”, comentó.
Asimismo, Jesús Marrero Colón quien trabajó durante dos años y medio en el PR-CuNaR2 y quien es estudiante de ingeniería de computadoras explicó que como parte de su trabajo se encargó de dirigir la parte programación del satélite y del área eléctrica. “Fue como una escalera de procesos. Tuve que adelantarme a mis estudios y aprender un lenguaje de programación que nunca había estudiado para desarrollar el código de programación del satélite”. Comentó que el ser parte de este equipo le ayudó a trabajar con las presiones que exigen grandes proyectos como este, en el que tienes que cumplir con unas fechas y trabajos en específicos. “Aumentó mis destrezas de aprendizaje al verme en una situación y en unas destrezas que no sabía y tenia que hacerlo en un pequeño lapso de tiempo”, destacó.
Mientras Carlos Vergara Quiles, quien estudia ingeniería eléctrica y trabajó desde el 2019 en el sistema de placas solares y circuitos eléctricos “boards” del PR-CuNaR2, sostuvo que “todo tuve que aprenderlo mientras lo hacía. Este proyecto me ayudó a desarrollarme como un verdadero profesional sacándome de la teoría y llevándome a la práctica”, recalcó.
El PR-CuNaR2 pesa 5.6 libras y mide cuatro pulgadas de ancho por cuatro pulgadas de largo y 12 pulgadas de alto. Comenzó a desarrollarse hace tres años. Durante su desarrollo, han participado unos de 25 estudiantes de diversos programas de ingeniería la Interamericana de Bayamón. Sin embargo, el primer prototipo de este microsatélite se construyó en el 2013. Desde la creación del primer prototipo hasta concluir su construcción y desarrollo, unos 65 estudiantes aproximadamente, entre mujeres y hombres, han formado parte de este proyecto. El satélite está construido de aluminio, celdas fotovoltaicas, baterías y otros materiales que fueron aprobados para ser utilizados en el espacio. Está preparado para orbitar durante dos años, pero pudiera estar por más tiempo en el espacio. Mediante la integración de celdas fotovoltaicas el satélite carga sus baterías que son las que le proveen la energía para funcionar. Como el PR-CuNaR2 no tiene propulsores, éste será atraído por la atmósfera y se desintegrará sin crear desechos espaciales. El pasado 29 de agosto, a las 3:14 de la madrugada, el PR-CuNaR2 fue lanzado en la Cápsula Dragon del cohete Falcón 9 desde Cabo Cañaveral, Florida como parte de la Misión 23 de la empresa SpaceX. Al día siguiente, la Cápsula Dragon hizo su acoplamiento a las 10:40 am en la EEI.
Los movimientos y colisiones de las micropartículas dentro del PR-CuNaR2 serán grabadas como parte de una investigación científica que persigue estudiar la formación de planetas, estrellas jóvenes y asteroides. Esta parte de la investigación se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Espacial de la Florida y el Departamento de Física de la Universidad de Florida Central (UCF).
Como parte de las entidades que han colaborado en el esfuerzo de desarrollar este proyecto se encuentra el NASA Puerto Rico Space Grant Consortium, la Universidad Central de la Florida, Universidad de Michigan, el Instituto Espacial de la Florida, la compañía Aerospace Corp. y las empresas locales Engiworks y Precision Experts.